Especial · #SinVisadoSchengen

SEPARADOR EC

La insoportable dualidad del ser

Que todo tiene como mínimo dos puntos de vista es tan obvio que no lo vemos. Siempre fue así. Nuestra vida cotidiana se basa en dicotomías (sí-no, blanco-negro, risa-llanto, amor-odio, alegría-tristeza, etc.), quizá como una forma de aprender que la verdad absoluta se diluye en tantas verdades como observadores, pues todo es subjetivo en nuestra vida cotidiana desde que nos levantamos y también mientras dormimos.

Hablando de sueños, desde esta misma semana, muchos colombianos van a poder viajar por muchos países europeos sin la necesidad de pedir previamente un visado Schengen que se lo permita. Se ha puesto fin, mediante la firma oficial entre la Unión Europea y el gobierno de Colombia, a la obligatoriedad de tener un documento, que sin ser más que eso, un papel sellado, suponía para los colombianos mucho más, suponía considerarse ciudadanos del mundo de otra categoría, algo que ha afectado durante muchos años (demasiados) a su autoestima. Y a su subconsciente.

Viene a colación la insoportable dualidad del ser, pues si, antes de la firma, la sociedad colombiana se debatía entre aquellos que pensaban que nunca entraría en vigor dicha normativa (por cierto aprobada por la petición de España ante la Unión Europea) y aquellos que lo creían a pie juntillas, aunque con un grado importante de desconfianza, ahora que es un hecho palpable dicha dualidad sigue presente, algo innato en el ser humano y muy acentuado en países de América Latina, donde el expolio permanente ha forjado su carácter y, sobre todo, sus creencias.

Como siempre ha sucedido en la historia circular de la humanidad, habrá ciudadanos que, en los próximos días, explicarán su historia personal al respecto de la eliminación del visado, y hablarán del gran avance que supone para su libertad personal, mental y de movimientos por el mundo, al tiempo que otros ciudadanos reflejarán de forma clara y no exenta de enojo su experiencia negativa derivada de esta medida. Y será la verdad en mayúsculas de ambos polos, incuestionable desde su punto de vista subjetivo, pero que en muchas ocasiones hace perder de vista, nunca mejor dicho, el foco en lo esencial: en la necesidad de ser conscientes de la insoportable dualidad del ser, la que ha marcado su pasado, influye en su presente y genera su futuro.

© Fuente: ARM para Enclave Común      ♦  Todas las noticias sobre #SinVisadoSchengen