Radio Sutatenza: una revolución cultural en el campo colombiano

Entre 1947 y 1994 los campos de Colombia fueron escenario de una revolución cultural sin precedentes: una que por arenga gritó “la educación nos hace libres”, que puso en marcha un modelo multimedia de Educación Fundamental Integral con el cual se modificó de manera directa la vida de más de cuatro millones de campesinos, que articuló redes culturales, sociales y tecnológicas que llegaron a todos los municipios colombianos, que fue modelo para otros países y cuyo archivo ha sido considerado por la UNESCO como “Memoria del mundo”.

La historia del sistema educativo de Acción Cultural Popular -ACPO-, más conocida como Radio Sutatenza, se revisa en la nueva exposición temporal de la Biblioteca Luis Ángel Arango, institución que resguarda y conserva su archivo y que en los últimos años ha propiciado la investigación multidisciplinar en torno a él. Una muestra que ilumina un legado que apenas empezamos a dimensionar.


Tome nota:

  • La exposición Radio Sutatenza: una revolución cultural en el campo colombiano (1947-1994) es resultado de una curaduría conjunta entre los investigadores Juan Pablo Angarita Bernal, Ayder Berrío Puerta y Jorge Rojas Álvarez. Se exhibe desde el 25 de mayo en el segundo piso de la Biblioteca Luis Ángel Arango. ENTRADA GRATUITA.
  • Visite la página web oficial de la exposición: proyectos.banrepcultural.org/radio-sutatenza/

 


 

Una revolución que fue cultural y no armada

Lo que en 1947 empezó como el proyecto de un radioaficionado, el padre José Joaquín Salcedo, terminó por convertirse en una de las industrias culturales de mayor impacto social en América Latina. El modelo de Educación Fundamental Integral que durante 47 años llevó a cabo ACPO, una organización vinculada a la Iglesia Católica, no solo permitió que millones de campesinos colombianos aprendieran a leer y escribir, sino que cambió sus condiciones de vida y sus mentalidades. De paso, apoyado en medios de comunicación masiva, el sistema educativo modificó la visión que el país tenía de la vida rural a través de la red de Escue¬las Radiofónicas establecidas en todo el territorio nacional bajo las premisas de “hacerle la guerra a la ignorancia”, construir un “movimiento radiofónico” e invitar a los colombianos a convertirse en “protagonistas de su propio progreso, el de su familia y su comunidad”.

El modelo de educación no formal y a distancia que creó ACPO fue pionero en el uso de formatos multimedia. Combinó efectivamente los medios de comunicación, las tecnologías, las publicaciones y las estrategias de trabajo local con la construcción y el fortalecimiento de redes culturales, que además de ser soporte de contenidos pedagógicos y de entretenimiento, propició discusiones políticas y la comprensión de los contextos regionales. Su masificación fue posible a través de las parroquias y la Caja Agraria en todo el país, desde donde se distribuyeron millones de aparatos radiales, periódicos, cartillas, discos y libros, y además se incentivó la fundación de Escuelas Radiofónica, el acceso a los programas radiales de Radio Sutatenza, la aplicación de campañas transformadoras y el aprendizaje de las nociones básicas del alfabeto, los números y la economía, el cuidado del hogar, la salud re¬productiva, el cuidado de la tierra y los animales, la recreación y del desarrollo espiritual.

“Monseñor José Joaquín Salcedo solía decir que ‘el subdesarrollo está en la mente del hombre’, indicando que la educación es el camino más eficiente para lograr cambios sociales. En este sentido, el legado transformador de Radio Sutatenza se hace tangible en las historias de vida de los campesinos que escribieron por primera vez gracias a la radio, en las de los líderes que viajaron por el país trabajando con las comunidades, en las de familias que mejoraron sus condiciones de vida, y en de las de mujeres que se enfrentaron a los roles de género tradicionales. Radio Sutatenza es recordada como el origen de una transformación de la vida rural en Colombia, una tarea en la que, sin embargo, aún queda mucho por hacer", afirma Juan Pablo Angarita, uno de los curadores de la exposición.
 


“Sutatenza es a la educación lo que Macondo a la literatura”

En 2008 la Biblioteca Luis Ángel Arango recibió de ACPO el archivo documental institucional de Radio Sutatenza, para conservarlo y ponerlo a disposición de todos los colombianos. En el archivo se destacan los audios de los programas que transmitió la emisora durante casi cinco décadas y sus respectivos guiones, la colección fotográfica de la institución, la colección completa del periódico El Campesino, los discos de las escuelas radiofónicas y las diferentes publicaciones realizadas, entre otros documentos. Tal vez uno de los tesoros más valiosos es la correspondencia entre los líderes campesinos que impulsaban la alfabetización en sus regiones, los alumnos que recién empezaban a escribir y los funcionarios de ACPO, quienes les contestaban sin falta.

“Sutatenza es a la educación lo que Macondo a la literatura. A partir de esos dos puntos, el país cambió la concepción sobre su geografía, puesto que estos permitieron conocer más a profundidad sus territorios y la vida de los habitantes que en ellos vivían. Además, nos abrieron la posibilidad de conocernos y pensarnos como una nación diversa, plagada de tensiones entre la realidad y la ficción, al tiempo que ampliaban nuestras posibilidades de soñar futuros mejores. Con esta exposición la Luis Ángel invita a quienes tienen a su cargo la política educativa colombiana a que revisiten esa magnífica experiencia nacional y ejemplo mundial que fue Radio Sutatenza.” Concluye Alberto Abello, director de la Biblioteca Luis Ángel Arango y la red de Bibliotecas del Banco de la República.

© Fuente: Banco de la República Cultural

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