Las directoras de cine reclaman en la Seminci mayor presencia femenina en la industria

La 60ª Seminci dedica uno de sus ciclos, 'Femenino en Singular', a revisar la participación de 16 directoras a lo largo de la historia del Festival. Ya en el año 2000 dedicó enteramente su ‘II Encuentro de Nuevos Autores’ a realizadoras españolas, al contar con la presencia de nueve mujeres, que habían comenzado a dirigir sus primeras películas a mediados de los años 90. La mesa redonda 'Femenino Singular', integrada por Icíar Bollaín (presente en el encuentro del año 2000), Daniela Féjerman, Chus Gutiérrez, Josefina Molina, Silvia Munt, Inés París y Gracia Querejeta ha analizado el cambio en estos últimos 15 años.

Fernando Lara, moderador de la mesa redonda, recordó que el porcentaje de directoras se sitúa en el 16% en Europa (según un estudio del Observatorio Europeo del Audiovisual); porcentaje que se reduce a la mitad en España. Y tras presentar a cada una de las directoras, preguntó a todas ellas "¿qué cosas han cambiado en estos 15 años?".

Sin títuloIciar Bollaín afirmó que “poco” porque las directoras, guionistas y productoras siguen siendo escasas en relación a los hombres. Pero valoró la existencia de la Asociación de Mujeres Cineastas y Medios Audiovisuales (CIMA), que ha representado “un punto de encuentro para nosotras, para poner en común nuestros problemas, reflexionar y hacer números para demostrar con cifras lo que antes eran sólo sensaciones”.

“Ahora somos más fuertes y creo que debemos ser muchas más en la industria para que ésta cambie el rol que muestra de la mujer en el cine y la televisión”, afirmó. Daniela Fejerman consideró que el propio hecho de que no solo estemos hablando de nuestros problemas, sino de la creatividad, refleja un cambio. “Nosotras siempre defendemos que el cine de mujeres no es un género pero las etiquetas siguen funcionando. Y en mi caso, es la que han puesto al hablar de mi película"  (La adopción, que compite en la Sección Oficial de la 60ª Seminci), comentó.

Por otro lado, quiso llamar la atención sobre aquello que no se representa, y se refirió a que, no solo en el cine, sino en la literatura en general, hay muy pocas historias que reflejen realmente, por ejemplo, una relación madre-hija. Chus Gutiérrez manifestó que el feminismo ha logrado un gran avance social y “los padres de hoy no son iguales que los de hace 50 años”. Aunque lamentó que este cambio no se haya reflejado en la ficción, que no representa a las mujeres del siglo XXI. “Si seguimos representando esos personajes tan estereotipados, en vez de avanzar al ritmo de la sociedad retrocedemos; porque no puedes parecerte a algo que no has visto representado”, añadió la realizadora. Gutiérrez denunció también que las mujeres entre 40 y 60 años han desaparecido en la ficción. 

Josefina Molina utilizó una frase de la directora Patricia Ferreira para explicar la evolución: “Lo que ha pasado de entonces a ahora es que hemos cambiado la soledad por la solidaridad”. Comentó que cuando ella empezó a trabajar eran tres mujeres realizadoras y hablaban poco de sus problemas. Por ello valora la existencia de CIMA, integrada por “un grupo de mujeres listísimas, que tienen muy claro lo que quieren, que han logrado diagnosticar los problemas y organizar la defensa”, argumentó.

Ahora, considera que ha llegado el momento de mirar al futuro y pasar a la acción que, en términos de cine se 'traduce en dinero', según sus propias palabras. "Porque para hacer lo que queremos hacer necesitamos libertad económica”, sentenció. Silvia Munt aseguro que se puso detrás de la cámara porque le resultaba muy difícil defender como actriz un papel femenino enfocado desde una perspectiva masculina. Munt criticó los roles que reservan a las mujeres en las ficciones televisivas y cinematográficas; porque “solo vales lo que dura la juventud. La vulgarización es brutal y lo peor es que nuestras hijas reproducen esos patrones de comportamiento”, lamentó.

Por eso reclamó la reconducción de los comportamientos hacia actitudes más dignas; y para ello pidió el apoyo de los hombres.  Inés París achacó la raíz del problema a la poca presencia de mujeres en el sector audiovisual, aunque reconoció que es un social, no sectorial. “El hecho de que seamos pocas mujeres afecta a los contenidos; ¿cómo podemos hacer una campaña eficaz contra el maltrato cuando éste se trata con complacencia en el sector audiovisual?”, preguntó.

Por eso, consideró que "debemos reflexionar sobre cómo es la discriminación de la mujer en la profesión y debemos empeñarnos en que haya más mujeres productoras; porque si no es totalmente imposible salir de esta situación”.  Por último, Gracia Querejeta lamentó que todo ha ido a peor. “Durante mucho tiempo he negado la existencia de un cine femenino como tal, pero ahora creo que las películas que hacemos todas nosotras no es un cine opuesto. Nos sentimos reconocidas”, afirmó.

Por último, ahondó en los problemas que encuentran los cineastas, hombres y mujeres, para encontrar financiación a través de las televisiones. “Ese cine que hacemos las directoras, por el tipo de historias que cuenta, ha visto limitada su fuente de financiación prácticamente a la que aporta TVE. Por eso, a día de hoy, las cineastas tenemos más problemas para financiarnos”, lamentó.

© Fuente: Seminci