El español mola en China

Alrededor de medio millón de chinos cursaron estudios en el exterior en 2014. La feroz competencia en el ámbito laboral hace que los estudiantes y profesionales de ese país necesiten diferenciarse con formación adicional, especialmente en lenguas extranjeras. Ello, unido al prestigio de la educación internacional y al creciente interés de las empresas chinas por América Latina, sitúa al español como uno de los idiomas más demandados, por detrás del inglés.

China es la segunda potencia económica mundial; a pesar de la desaceleración que sufre en estos momentos y del cambio de modelo productivo que se está gestando en el país, el incremento de la renta per cápita ha favorecido el crecimiento de una clase media que, actualmente, es la más numerosa del mundo, incluso por delante de la estadounidense, con 109 millones de personas.

La política de hijo único ha generado un fenómeno social denominado “los pequeños emperadores”: seis adultos (entre padres y abuelos) se dedican al bienestar de un solo descendiente. Esta circunstancia, junto con la mayor flexibilidad de las autoridades chinas para permitir a los estudiantes salir del país, conlleva que la educación universitaria, tanto local como en el extranjero, sea cada vez más asumible para segmentos más amplios de la población.

El interés por el español en China se ha incrementado, según explica la decana de la Facultad de Español y Portugués de la Beijing International Studies University, de manera exponencial. La cifra de estudiantes de Filología Hispánica ha pasado de unos 200 en el año 1990 a 500 en el año 2000, y a 12.000 estudiantes en la actualidad. Sin duda, la inauguración en 2006 del Instituto Cervantes en Pekín ha contribuido a este auge.

© Fuente: ICEX