Un pinchazo a 10 kilómetros de meta no impidió a Danny Van Poppel (Trek) adjudicarse su primera victoria en una Gran Vuelta. El benjamín de la familia Van Poppel batió en un desordenado sprint al sudafricano Daryl Impey (Orica-GreenEdge) y al belga Tosh Van der Sande (Lotto-Soudal), haciendo bueno el gran trabajo de sus compañeros durante buena parte de los 173 km de recorrido.
El día después de Andorra comenzó con la baja de Chris Froome (Team Sky). Las pruebas realizadas al británico confirmaron una fractura en el pie que impidió continuar al ganador del último Tour de Francia. Sin el dorsal número 1 en carrera, 174 corredores pusieron rumbo a Lleida pasada la 1 de la tarde.
Muy pronto, alrededor del kilómetro 7 de etapa, comenzó la escapada buena del día, a la que daban forma cinco integrantes: Alexis Gougeard (Ag2r-La Mondiale), Bert-Jan Lindeman (LottoNL-Jumbo), Jaco Venter (MTN-Qhubeka), Maxime Bouet (Etixx-Quick Step) y Miguel Ángel Rubiano (Team Colombia). Su diferencia en el Coll de Bóixols, única dificultad de la jornada, alcanzó los 4'40” y su máxima, justo en plena bajada, se situó en 5'50”.
La entrada de Giant-Alpecin y Trek Factory Racing redujo su renta poco antes del ecuador de la jornada. Los equipos de John Degenkolb y Danny Van Poppel querían tener a tiro de piedra a los cinco llegada la fase decisiva de la etapa. Sin embargo, acabaría siendo más duro de lo esperado. Las últimas unidades de la fuga serían cazadas con la línea de meta ya a la vista.
Mañana espera una jornada similar a la de este jueves, tanto por kilometraje como por recorrido, si bien el Alto del Moncayo en la parte final podría dar alas a los valientes que busquen el triunfo de etapa. Un nuevo duelo entre escapada y velocistas.
© Fuente: Enclave Común / LaVuelta.com